La
minería
La
exigencia en el respeto por la ecología trae como consecuencia que los Estados
vean con muy buenos ojos todo tipo de explotación que tenga en cuenta el
mantenimiento del entorno, creando normativas que aseguren este propósito.
Las explotaciones mineras, sobre todo las de tajo abierto en grandes
extensiones, tienen el riesgo de producir depredación por relaves y molestias
por polución producida por el viento sobre residuos no compactados.
Los relaves son fácilmente erosionables por el agua de lluvias contaminando los
ríos vecinos.
Las carreteras internas en los asientos mineros modernos para camiones de gran
tonelaje cuentan, por medidas de seguridad, tales como bermas con muros
piramidales que van de 2 a 5 metros de altura, con un ancho entre 5 y 8 metros.
Estos muros son artificiales y por consiguiente se encuentran sometidos a una
erosión constante, tanto por lluvia como por viento, haciendo que sea muy
costoso el mantenimiento. Estas carreteras son afirmadas, lo que provoca grandes
volumenes de polvo al circular los vehículos sobre ellas por no estar
consolidadas, haciendo necesario además, el uso de motoniveladoras
periodicamente debido al desgaste de las mismas.
Las laderas cortadas para la construcción de caminos también sufren una fuerte
erosión, tanto eólica como pluvial en los taludes, arrastrando gran cantidad
de sedimento que colmata las cunetas, elevando el costo de conservación de las
carreteras.
GeoLock es ideal para el control y solución de los problemas antes mencionados.
Es muy económico y, si no sufre de agresiones especiales, puede durar muchos años.
Aplicado en asociación con semillas de vegetales incrementa el crecimiento de
los mismos, logrando, de ser el caso, laderas cubiertas de vegetación en un
corto tiempo.