Control de erosión por lluvia y eólica mediante la formación de películas protectoras

 

Por regla general, la erosión de laderas por lluvia o de desiertos por viento se produce cuando desaparece la capa protectora de vegetales, pues la cobertura de plantas aminora el impacto de la lluvia contra el terreno y el retículo que forman las raíces impide la caída de la tierra, en el caso de la lluvia. La erosión eólica no existe cuando hay vegetación.

 

La aplicación sobre el terreno lavado por lluvia de una emulsión copolímera acuosa no plastificada en base a un éster acrílico y estireno produce, al combinarse con la tierra, una película protectora no soluble en agua que impide el impacto de la gota de lluvia en el suelo, a la vez que forma un retículo protector contra la erosión. Las semillas que eventualmente llegan o que se ponen a propósito, se adhieren a la película y germinan, restituyéndose la capa de vegetales protectora, que de otro modo sería constantemente agredida. La erosión se controla con la inmediata aplicación y se consolida con el crecimiento de maleza en las zonas aplicadas. El copolímero es totalmente inocuo y neutro, por lo que no atenta contra la ecología, sino que por el contrario, la favorece.

 

Las aplicaciones de copolímeros para evitar erosión en laderas son práctica común en Europa y en los Estados Unidos se emplea con mucha frecuencia para evitar la erosión eólica en desiertos. En el Perú se ha usado con mucho éxito en la selva norte en algunos campamentos de Occidental Petroleum, así como en la minería, en los relaves mineros, taludes y bermas de las carreteras.

 

Estancamiento de agua de lluvia producido por acumulación de sedimentos en las cunetas.