La
erosión amenaza los fundamentos de nuestra vida
Todo desmonte de las ricas capas superiores del suelo en terrenos cultivados lleva pérdida de tierra vegetal y, como consecuencia, a una disminución de las posibilidades de vegetación.
En
esta época de rápido crecimiento de la población mundial, los daños causados
por la erosión conducen a una alarmante disminución de la base alimenticia del
ser humano. Pero, precisamente, este brusco aumento de la población mundial
obliga a la conservación y aprovechamiento de cada palmo de tierra. La lucha
contra la erosión destructora del suelo se convierte en una tarea vital para la
humanidad.
¿Qué
terrenos se hallan especialmente amenazados por la erosión?
Zonas
de cultivo agrícola y explotación forestal u de viticultura, horticultura y
jardinería. En los países altamente desarrollados el aprovechamiento
intensivo de la tierra y la sistemática extirpación de la maleza favorecen la
erosión.
Zonas
industriales y urbanizadas. Las alteraciones de la estructura natural del
terreno por el hombre favorecen la erosión. Las escombreras pueden causar daños
a los terrenos cultivados adyacentes, debido a la acción erosiva del viento y
de la lluvia.
Zonas
de construcción de carreteras y canales. El desmonte mecánico y el removido de
las capas superiores del suelo exponen gravemente la tierra a la erosión.
Terrenos
desérticos y esteparios. En estas zonas la erosión actúa de forma
especialmente persistente y amenaza también los terrenos cultivados cercanos.
Sin las adecuadas medidas de protección, los desiertos y las estepas se
extienden sin cesar.
Zonas de explotación minera. Los residuos de la actividad minera ponen en riesgo centros poblados y/o recursos hídricos.